La salida al mercado de software nuevo se está convirtiendo en una práctica cada vez más frecuente, y muchas empresas quieren aprovechar estos rápidos avances, por lo que implementan constantemente nuevas tecnologías y soluciones de software para que los empleados las incorporen en su puesto de trabajo. Esto ha hecho que el trabajador digital actual utilice entre 11 y 25 aplicaciones a diario para llevar a cabo distintas tareas en el ejercicio de sus funciones.
Sin embargo, muchas veces, adaptarse a nuevas tecnologías en el puesto de trabajo puede ser abrumador, a lo que se suma el hecho de que muchas veces se ignore la importancia de establecer una estrategia que facilite la transición.
No prestar la debida atención a la adopción digital cuando se lanzan nuevas soluciones de software es una actitud que puede salirle cara a las empresas, ya que podrían enfrentarse a consecuencias como la pérdida de cuota de mercado, la falta de compromiso por parte de los empleados y la limitación de su capacidad para adaptarse a la innovación.
A continuación, vamos a ver cuatro motivos clave por los que la adopción digital debería ser una prioridad para usted y su empresa.
Mayor productividad de los empleados
Las empresas que no aplican estrategias de adopción digital deben lidiar con una mayor frustración y más complicaciones a la hora de implementar nuevas herramientas, lo que a su vez se traduce en unos empleados menos comprometidos y una reducción de la productividad. Cabe destacar que las pérdidas económicas que acarrea esta falta de compromiso por parte de los empleados no son nada desdeñables; por ejemplo, las empresas de EE. UU. calculan que están perdiendo entre 450.000 y 550.000 millones de dólares al año.
En las previsiones para 2024, se pronosticó que el aumento de la eficiencia operativa y la transformación de los procesos empresariales existentes se convertirían en las dos principales iniciativas de negocio que los CIO pretendían impulsar durante ese año. Los CIO que no prioricen la eficiencia y la productividad en sus objetivos empresariales corren el riesgo de quedarse rezagados, en comparación con otras empresas más visionarias que ya están impulsando la eficiencia mediante procesos de adopción y transformación digitales.
Aprovechar el potencial de la adopción digital brinda numerosas ventajas relacionadas con la mejora de la productividad que pueden aplicarse a un sinfín de casos prácticos en las empresas. Por ejemplo, los profesionales de RR. HH. podrán dedicar menos tiempo a la elaboración de manuales de formación e incorporación de software, mientras que los departamentos de TI verán aliviada su carga de trabajo gracias a la reducción de los tickets de asistencia que se registran.
Adopción maximizada de las aplicaciones
No es raro que las empresas inviertan grandes sumas de dinero en nuevas soluciones de software y que al final no se acaben utilizando, lo que supone un desperdicio de recursos y una pérdida de productividad. De media, las empresas malgastan más de un tercio de sus inversiones en transformación en proyectos que no las acercan a sus objetivos.
Aunque la mayoría de las empresas están más que decididas a implementar soluciones de software que respalden sus objetivos empresariales, la realidad es que muchas no aprovechan completamente las funciones avanzadas que ofrecen estas soluciones. Esto se debe a la falta de motivación, compromiso y asistencia continuada que sufren los usuarios y la empresa. Por consiguiente, muchos usuarios utilizan solo una mínima parte de las capacidades de sus aplicaciones de software y, en algunos casos, directamente ni las utilizan. El problema es que, cuando una aplicación o una herramienta no se utiliza aprovechando todo su potencial, se producen pérdidas considerables en su ROI.
Una vez pasada la etapa inicial de despliegue del software, solo es cuestión de tiempo que comiencen a aparecer otros problemas. La falta de adopción no solo repercute en los empleados a nivel individual, sino que también puede tener consecuencias en otros departamentos de la empresa. Por ejemplo, si los empleados no entienden la nueva aplicación de software, es bastante probable que el número de tickets de asistencia que recibe el departamento de TI suba como la espuma. Y esto, además de afectar al empleado que tiene dificultades para manejar el software, también lastra la productividad del equipo de TI. No establecer una estrategia de adopción digital contundente desencadenará un efecto dominó con consecuencias para toda la empresa.
Al incorporar software nuevo, es normal que la curva de aprendizaje sea pronunciada y que se registre una reducción de la productividad de los empleados hasta que se van familiarizando con la nueva herramienta. Sin embargo, invertir en un proceso de adopción sólido puede ayudarle a mitigar estos contratiempos pasajeros. Aunque es posible que surjan retos a corto plazo, las ventajas a largo plazo que brinda una adopción de software eficaz —como el aumento de la eficiencia o la mejora de la satisfacción de los empleados— compensan con creces cualquier bajada de la productividad que pueda experimentar al principio.
Mejora de las experiencias de los empleados
El modelo de empresa centrado en los empleados es hoy más relevante que nunca. En la actualidad, casi el 90 % de los trabajadores digitales consideran que mejorar sus destrezas para utilizar la tecnología digital, así como lograr una mayor eficacia y autonomía en su puesto de trabajo, es un factor clave para avanzar en su carrera profesional. Los empleados esperan cada vez más que sus empresas inviertan en competencias digitales para formarles y asegurarse de que cuentan con los conocimientos digitales necesarios para progresar.
Uno de los objetivos que deben fijarse las empresas es comprender mejor sus aplicaciones, ya que solo así podrán maximizar el valor de su software para ofrecer una mejor experiencia de trabajo a todos los empleados. Una vez que los empleados absorban estos conocimientos e interactúen más con las herramientas digitales, se sentirán más cómodos utilizándolas, lo que se traducirá en una mayor productividad y, en última instancia, en una mejora de la experiencia digital del empleado (DEX) en toda la empresa.
Ayuda con la gestión del cambio
Cuando los CIO tienen dificultades para implementar algún cambio, normalmente las tecnologías y los productos digitales relacionados con él permanecen inactivos. Esto hace que las empresas no disfruten del valor potencial de estas soluciones o que tarden mucho más en empezar a verlo. De igual forma, no comunicar los cambios correctamente puede hacer que los empleados se sientan perdidos cuando se despliegan las nuevas iniciativas de software.
La adopción digital está intrínsecamente ligada a la gestión del cambio. Para que los empleados asuman un cambio, este debe impulsarse de forma proactiva mediante la integración de prácticas de cambio centradas en los empleados en las iniciativas digitales de la empresa. Aprender a utilizar una nueva herramienta o tecnología no es un evento puntual, sino un proceso continuo de mejora y adaptación. Además de contar con ayuda inicial cuando se embarquen en la transformación digital, los empleados también deberán tener acceso a asistencia continua durante todo el proceso.
Si las empresas fomentan una cultura en la que el cambio se vea como algo positivo, reducirán la resistencia al mismo y mejorarán la eficiencia y la innovación de sus iniciativas de transformación digital.
Dada la constante evolución de la tecnología digital, las empresas que no implementen la adopción digital estarán dejando pasar la oportunidad de aprovechar las nuevas innovaciones y no serán capaces de ofrecer un mayor valor a sus clientes y sus empleados.
Los líderes empresariales deben adoptar un enfoque global al abordar sus iniciativas de transformación digital, para así obtener una visión integral del negocio y desarrollar una estrategia continua que tenga en cuenta las necesidades de los empleados y la empresa. Al hacerlo, los empleados podrán utilizar las herramientas que tienen a su disposición con total confianza y la empresa obtendrá una ventaja competitiva gracias al uso del software, además de aportar beneficios tangibles tanto a los CIO como a los responsables de TI.
Las empresas deben tener presente la importancia de la adopción digital en todo momento y priorizarla en cualquier proceso de implementación de software que pongan en marcha.